Podría ser el momento de reducir drásticamente nuestro consumo de comida chatarra. Todo el mundo sabe que estos alimentos procesados, que contienen altas cantidades de azúcar, sal, grasas y otros aditivos, son perjudiciales para la salud. Son factores de obesidad, problemas cardíacos o diabetes. Sin embargo, muchas personas continúan consumiéndolo a diario.
Hay que decir que estos alimentos dominan las góndolas de los supermercados, sus precios son asequibles, no requieren preparación y en general saben bien. Sin embargo, muchos científicos afirman que la comida chatarra crea un fenómeno de dependencia en nuestro cerebro que desencadenaría este consumo excesivo, subraya un artículo del New York Times.
De acuerdo a un estudio realizado en más de 500 personas, es probable que ciertos alimentos provoquen un comportamiento adictivo hacia los alimentos (antojos intensos, pérdida de control, incapacidad para reducir este consumo). Entre los productos incriminados: pizzas, chocolate, patatas fritas, helados o incluso patatas fritas.
Un tema controvertido
Estos productos ultraprocesados incluso tendrían similitudes con sustancias adictivas clásicas como los cigarrillos o la cocaína. Como ellos, los ingredientes de la comida chatarra se derivan de plantas y alimentos naturales, desprovistos de componentes que ralentizan su absorción (agua, proteínas o fibra). “De la misma manera que los cigarrillos contienen una serie de aditivos diseñados para aumentar su potencial de adicción, la sal y los sabores artificiales en los alimentos procesados aumentan su poder de atracción mejorando la textura y la sensación en boca”.dice el autor del estudio, el Dr. Ashley Gearhardt.
Más investigación También han demostrado que cuando las personas reducen su consumo de comida chatarra, experimentan síntomas comparables a la abstinencia de la adicción a las drogas: irritabilidad, fatiga o incluso tristeza. De acuerdo a un estudio de imágenes cerebrales, los entusiastas de la comida chatarra pueden desarrollar tolerancia a los alimentos procesados con el tiempo, lo que los lleva a ingerir cantidades cada vez mayores.
Sin embargo, el vínculo entre la comida chatarra y la adicción es controvertido entre los científicos. Si bien las patatas fritas o las pizzas pueden parecer abrumadoras para algunos, estos alimentos no causan una sensación de alteración mental inmediata en el cerebro, a diferencia del tabaco, el alcohol o la heroína, observa el Dr. Johannes. Hebebrand, Jefe del Departamento de Psiquiatría, Psicosomática y Psicoterapia de la Universidad de Duisburg y Essen en Alemania.
Además, los drogadictos son adictos a la nicotina, el etanol o algún otro químico específico, mientras que en los alimentos procesados no existen compuestos que puedan considerarse adictivos. “Es la diversidad de alimentos lo que es tan atractivo y lo que está causando el problema, ni una sola sustancia en estos alimentos”., agrega el Dr. Hebebrand.
Source: Slate.fr by www.slate.fr.
*The article has been translated based on the content of Slate.fr by www.slate.fr. If there is any problem regarding the content, copyright, please leave a report below the article. We will try to process as quickly as possible to protect the rights of the author. Thank you very much!
*We just want readers to access information more quickly and easily with other multilingual content, instead of information only available in a certain language.
*We always respect the copyright of the content of the author and always include the original link of the source article.If the author disagrees, just leave the report below the article, the article will be edited or deleted at the request of the author. Thanks very much! Best regards!