–
La política con respecto a las empresas de tecnología requiere un ajuste para satisfacer las preocupaciones que también existen entre los estadounidenses. Ayer, el nuevo director del Consejo Económico Nacional (NEC), el foro líder en temas de política económica en Estados Unidos, dijo a Gary Shapiro, director del Consumer Electronics Show (CES).
Brian Deese, quien será nombrado formalmente el 20 de enero, fue cauto. Shapiro, cuya Asociación de Tecnología para el Consumidor (CTA) representa una gran parte de la industria electrónica de EE. UU., Está claramente preocupada por la presión que se ejerce sobre las empresas de tecnología de todos los lados.
2020 fue el año en el que se acabó la paciencia con Big Tech. Los altos ejecutivos de estas empresas tuvieron que responder a las audiencias estadounidenses y se han iniciado investigaciones sobre el abuso de poder tanto en Europa como en Estados Unidos. “Estas empresas controlan gran parte del comercio de acciones de Estados Unidos. ¿Cómo nos aseguramos de que no pierdan su puesto como resultado de regulaciones más estrictas? ”, Quiso saber Shapiro. Deese cree que “el juego debe jugarse según las reglas”.
El consejo de Deese dejará una huella importante en la política económica. “Estamos reuniendo a los miembros del gabinete de Joe Biden para delinear el panorama general”, dijo Deese.
La política para los próximos años se llama Reconstruir mejor. “Nos hemos quedado quietos de muchas maneras”, dice Deese.
Por ejemplo, Estados Unidos volverá a firmar el Acuerdo Climático de París y restablecerá las relaciones con otros países. Deberán realizarse inversiones en I + D, igualdad social y racial y la infraestructura desatendida. Además, Biden quiere centrarse fuertemente en la ‘mayor inversión en energía sostenible e innovación jamás realizada’. “Hemos perdido un tiempo crítico”, dijo Deese.
Deese enfatizó repetidamente que todavía estamos en medio de una crisis económica. Biden quiere asignar billones de dólares para obtener apoyo adicional para que la economía estadounidense supere la crisis de la corona. El énfasis estará en esto en los primeros meses, al igual que el enfoque de corona.
Incluso bajo Biden, la batalla económica y tecnológica mutua entre Estados Unidos y China continuará por un tiempo. Los aranceles de importación de los productos de los demás continuarán aumentando y el acceso de China a la tecnología estadounidense seguirá viéndose obstaculizado, prevé el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El efecto de la estrategia anti-China de Biden podría ser aún mayor y más dañino, ya que puede estar más coordinado y estructurado que sus predecesores, sospecha el FMI.
Deese sí insinuó que se debe buscar un mejor equilibrio con respecto a China “porque la política del gobierno anterior no nos ha aportado nada”. Estados Unidos quiere involucrar a otros países en esto.